Para la gente que no te conoce. ¿Quién es Paula López-Arce Martínez? 

Bueno, pues es que Paula es una mezcla de muchas fuentes. Es una persona muy polifacética. Me gusta tener amigos y conocidos en diferentes ámbitos, amigos de la universidad, de la infancia y adolescencia de toda la vida, buenos compañeros de trabajo, de viajes, de yoga, y de otras actividades que practico de diversa índole. 

Es una persona sociable y a la vez tímida, también te digo. Bastante diferente en el mundo profesional, muy seria y centrada, y en el mundo de sus amigos y familia, pues le gusta desconectar, divertirse y pasarlo bien. Aunque, también me gusta divertirme en el trabajo. 

Nací en California y crecí en Madrid. Mi familia es de Asturias, y por eso, siempre me ha gustado mucho la naturaleza, el campo, la montaña y el mar, y en parte eso me llevó a estudiar geología, ciencias de la tierra y ser geóloga. Aunque luego he acabado trabajando en otros campos como la arqueología, la arquitectura o la ingeniería civil. 

Al nacer en Estados Unidos, quise volver cuando empecé a hacer el doctorado. Y entonces busqué la manera de trabajar investigando allí en California, en el Museo Paul Getty de Los Ángeles.

Normalmente, me presento siempre, como investigadora científica en la conservación de patrimonio arquitectónico y de edificios históricos. Principalmente, con experiencia en el mundo académico. Aunque ahora mismo estoy trabajando también para la industria, aquí en Inglaterra, en transferencia de conocimiento entre universidades y empresas del sector de la construcción, en investigación y desarrollo e innovación, transfiriendo conocimiento de un lado a otro. 

Estoy rodeada de ingenieros y arquitectos y no me ha hecho falta estudiar esas carreras. Es decir, he podido estudiar mi vocación científica, pero aplicar mis conocimientos a otros campos, porque mi carrera es muy amplia y multidisciplinar. 

También, estuve trabajando hace seis años en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, en contaminación ambiental por actividades mineras, estudiando cómo los elementos reaccionan entre ellos por la acción humana, la geología y el clima, y en qué sentido repercute en el medio ambiente. Es fascinante experimentar como se pueden aplicar los conocimientos que uno tiene a muchos campos. 

Sí te abres a conocer y miras más allá de lo que simplemente está a tu alrededor, puedes aprender a hacer cosas alucinantes que nunca hubieses imaginado.

Hubo una época en la que me interesó aplicar mi carrera a la arqueología marina. Viaje a Australia en mi postdoctorado, al museo de pecios (buques naufragados) de Freemantle en Perth y estuve estudiando conservación de vidrios y metales históricos de barcos hundidos en el océano Índico. Y años más tarde, en colaboración con el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña, estudiamos ánforas cerámicas extraídas por arqueólogos marinos, investigando, cómo y dónde, se habían fabricado esas ánforas, y su interacción con las sales marinas que afectan a su deterioro al ser extraídas del mar. 

Cuando eras pequeña ¿Qué querías ser de mayor? 

A mí las ciencias naturales siempre me han encantado. Yo crecí en el campo, escalando árboles y rodeada de plantas y animales, y de alguna manera quería ser arqueóloga. También, astrónoma. La verdad es que no tenía muy claro que quería ser hasta que descubrí en COU, que la geología era lo mío, o sea, eran las montañas, las formaciones geológicas, las rocas, minerales, volcanes y terremotos. ¡Aquella asignatura se me daba tan, tan, tan bien comparada con otras!

Y al final acabé trabajando en las rocas, los minerales y en el medio ambiente, pero en la conservación del patrimonio arquitectónico y en diferentes países. Primero empecé en  Toledo, conocida como la ciudad de las tres culturas, y luego estuve trabajando en otros proyectos, por ejemplo, en Túnez, en la ciudad portuaria de Bizerta y en Cartago. También participe un proyecto fascinante en Petra (Jordania), donde todo el equipo de trabajo compartimos experiencias maravillosas con los Beduinos que vivieron en los monumentos excavados en la roca muchos siglos antes por los Nabateos. También trabaje en Francia, y en sus monumentos de París. Ahora aquí, en Inglaterra, estoy trabajando en la mejora de viviendas sociales afectadas por humedades. Centrada en una mezcla entre arquitectura, ingeniería civil, física de edificios y el ambiente construido, y en desarrollar una herramienta de diagnóstico que mejore la calidad de los hogares.

Paula López Investigadora científica en la conservación de patrimonio arquitectónico y de edificios históricos

¿Cuál es tu fuerte? 

La pasión, la ilusión, la aventura de aprender cosas nuevas. La verdad es que lo nuevo me gusta. Ahora mismo, trabajo en el sector de la innovación. Lo novedoso nunca me ha dado miedo, sino todo lo contrario. Esa curiosidad y fortaleza me ha llevado a viajar, a estudiar y a tener diversos trabajos en diferentes países. La aventura de explorar lugares o temas desconocidos me encanta, en todos los aspectos, a nivel profesional y  personal. 

¿Cuáles son tus aficiones? 

Aficiones muy variadas. Me gustan mucho los deportes acuáticos. Aquí, donde vivo, en  medio de la campiña inglesa, salgo a menudo con el kayak por el río. Al nacer en California, de alguna manera, me traje la práctica del surf a España, que en esa época no se conocía mucho, en los años noventa no era tan popular como ahora. Recuerdo cuando me llevé la tabla a Italia cuando hice el Erasmus en Pisa. 

Solía ir con amigos a una playa cercana en un pueblo llamado. Viajando con la furgoneta que también llevé desde España. Mis amigas del instituto son mi grupo de amigas surferas con las que he viajado por la costa Norte y por toda la costa de Portugal, desde Galicia hasta Cádiz. Aquí en Inglaterra, es complicado, pero bueno, todavía tengo mi tabla para ir al Mar del Norte a siete grados en primavera, pues en verano apenas hay olas y en invierno es aún más frio. Tengo que visitar la costa de Cornwell al Oeste donde parece que hay buenas olas y es muy bonito. 

También me gusta mucho dibujar, hacer composiciones, mezclando plantas y pintando a la vez. Utilizo cosas que encuentro por el campo, por ejemplo, plumas o flores. También, me gusta mucho escuchar música y leer. 

Me gusta la nieve, la montaña, escalar. Pero bueno, siempre estoy aprendiendo cositas nuevas. Hice el año pasado un curso de vela en un lago cercano. Que tela marinera, nunca mejor dicho, complicado manejarse con el viento, pero muy divertido. 

¿Qué obstáculos has superado? 

Pues obstáculos diversos, a nivel personal y profesional. Como mucha otra gente he tenido que lidiar con diversos conflictos que a veces trae la vida. Conflictos que no controlas en la infancia, sobre todo de relaciones personales, por ser diferente. También, fue difícil cuando empecé a adaptarme al mundo laboral. Mientras hacía la tesis durante el doctorado, intercalando la investigación en la universidad con el trabajo en la empresa. Aunque, evidentemente, esa gran experiencia me permitió seguir avanzando y aprendiendo a perseguir mis sueños.

Cuando empecé a trabajar en la empresa yo era muy joven. Los compañeros eran más mayores. Apenas había mujeres licenciadas en esos cargos. Era un mundo sobre todo de hombres que venían principalmente de la ingeniería y yo era geóloga. Pero bueno, estaba estudiando en la universidad un campo que a ellos les interesaba mucho, la investigación de materiales para la restauración de edificios históricos. Pese a las dificultades, esa experiencia me permitió viajar a Estados Unidos, hacer el postdoctorado e ir a Australia. Al final tuve una recompensa y una gran oportunidad también.

¿A quién admiras? 

Admiro a mucha gente. Admiro a mi mentor, que fue mi director de tesis, su pasión por la geología y por la ciencia, su pasión y energía, su humor, enorme capacidad de trabajo, su genialidad y entusiasmo. También, a mi madre, que ha sido una fuente de inspiración a nivel personal y profesional. Por esa capacidad de trabajo constante, esa fuerza, esa resistencia de salir adelante y de entrega absoluta también por los demás.

¿Y qué metas tienes? 

Si te digo la verdad, mis metas son terminar lo que he empezado. En estos momentos, hacer crecer una empresa subsidiaria de Investigación y Desarrollo (Maple R&D), para la cual hemos creado una herramienta de diagnóstico de humedades en edificios. Y bueno, experimentar lo que es el mundo de los negocios, como Directora de I+D+i. Una oportunidad de aplicar mis conocimientos de investigación del mundo académico, aplicados a la empresa, al sector de la educación y la construcción. Ayudar a la industria y a la universidad para que mejoren la calidad de la vivienda social, sobre todo. 

¿De qué estás agradecida? 

Pues estoy agradecida a mi familia que ha sido un gran apoyo al entender y compartir mi estilo de vida y ayudarme a alcanzar mis metas. A mis amigos y a los compañeros profesionales, sobre todo como mencionaba antes, a mi mentor, Pero también a una gran estudiante de doctorado a la cual le dirigí su tesis y que ahora ya tiene su plaza de profesora en la Universidad del País Vasco. A las oportunidades que me ha brindado la vida, aunque también las he buscado y he perseverado.  A lo mejor, también a mi inquietud, a no dejar de aprender. 

¿Cómo puedes hacer del mundo un lugar mejor? 

Pues aportando mi granito de arena como geóloga, por ello estoy trabajando actualmente en tratar de mejorar las viviendas sociales. Yo tengo una faceta espiritual aparte de la científica, para mí el bien está siempre por encima del mal, pensando en el bien de todos. 

Creo que es fundamental para hacer un mundo mejor, aportar y pensar en el bien común. 

Aunque procedo de la geología y de la naturaleza, ha derivado en otro mundo, que es bastante distinto, pero todo está relacionado. Encontrar una razón social a los trabajos de investigación era algo que me faltaba. La restauración y conservación del patrimonio cultural es muy interesante. Quitando la preservación de la cultura y generación de conocimiento, me faltaba el hecho de hacer una investigación que sirviese para ayudar a los demás a vivir en mejores condiciones. Estoy aplicando la investigación para que la gente viva en edificios más sanos, libres de contaminantes, sin hongos ni humedades, con una mejor calidad del aire, y en ambientes y condiciones más adecuadas. En convertir los hogares en lugares agradables, sanos y decentes para vivir. Todo está relacionado con lo que es la física, química, y ciencia de materiales y del ambiente, la interacción entre unos y otros, y cómo esto, repercute en las condiciones de las viviendas y la calidad de vida de las personas.

¿Piensas que ser mujer te ha puesto las cosas más difíciles?

Sí es verdad que vivimos en un mundo en el que el papel de la mujer en muchos aspectos ha quedado relegado a un segundo plano, y especialmente en el campo en el que yo trabajo, en el mundo de la investigación científica y del sector de la construcción. En mi primer trabajo, rodeada de hombres fue un poco complicado.

Pero realmente, no puedo decir que el ser mujer me haya puesto las cosas más difíciles. Creo que ha tenido sus pros y sus contras. Si una cree en su valía y en sí misma, y siente ilusión por aprender, tira para adelante, aunque haya momentos complicados en el camino. Puede haber momentos en los que sí, que te sientas inferior, que tanto hombres como mujeres te hagan de menos, o que a veces te sientas sola o pérdida. Ha habido cosas que han sido positivas y otras menos, pero entre unas y otras se logra el equilibrio. 

¿Qué pregunta te ha faltado en esta entrevista? 

¿Qué papel juega el amor y la pasión en la vida profesional? 

Creo que el amor y la pasión son un motor muy importante. El amor no solamente tiene que ser sentimental, es el amor a muchas cosas, al entorno que nos rodea, a la vida, pero también a las plantas, a los animales, la naturaleza, al trabajo, al aire, a la tierra. Nos ayuda y nos lleva a buscar y descubrir el lado bueno de las cosas. Es algo muy amplio que a veces nos mueve y hay veces que nos deja paralizados. Pero creo que es clave en la vida. Nos ayuda a ver el lado bueno de las cosas, a coger fuerza y a seguir adelante con energía positiva e ilusión, persiguiendo y viviendo nuestros sueños.